Me desperté llorando, soñé que no volvías, que no llegaba a tiempo a quizás, quizás tu despedida. Las lágrimas saladas, mojaban mis mejillas, mi carita empaba los sueños, los sueños que morían. Te siento en ese beso que no fué, te siento en las ausencias, te siento en los escombros de este amor, que me llenó de penas, te siento en el olvido, te siento en el recuerdo, te siento en cada parte, te siento en todo el cuerpo. No importarán las formas, ni la piel que te pongas, ni cuándo, cómo, ni dónde ni el nombre, ni el nombre que te nombra. Porque sé que estás cerca, te siento en carne viva, me desperté llorando y supe y supe que hoy volvías.

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